Está es una historia a la cual le tengo un aprecio especial, nació una noche de lluvia mientras en total obscuridad observaba el resplandor del monitor y de la pagina en blanco a la cual no tenia idea de con que llenar, a pasado un largo tiempo desde entonces, inclusive se ha visto abandonada en varias ocasiones, pero algo muy especial en ella siempre me hace retomarla, así que a las pocas o muchas personas que tengan la curiosidad suficiente como para adentrarse en ella, les digo de entrada gracias y aparte les garantizo, que no los dejara indiferentes, así pues no me queda mas que el orgullo de presentarles, Hijos de Dios, disfruten de su lectura.
Saludos
Doom Biohazard
(J.P.G.B.)
Jehová es un Dios que exige devoción exclusiva y se venga; Jehová se venga y está dispuesto a la furia. Jehová se venga contra sus adversarios, y está resentido para con sus enemigos.
Nahum 1:2
En el principio de los días no existía vida alguna, solo los volcanes que llenaban con ríos de lava el planeta y el humo que se propaga en vez del aire manteniendo todo dentro de una obscuridad total, así que Dios creó el sol y con él llegó la luz y la vida y nadie conoció tal obscuridad.
Así quedó asentado en los libros de los sabios y el hombre ocupó su lugar en la luz durante el tiempo que estaba establecido, pero ¿que pasaría, si yo les dijera que no todo es cierto y que antes de que él estableciera su orden propio, nosotros estábamos ahí? criaturas de lo oscuro, seres de fuego y cenizas a los que sus ángeles vengadores exterminaron y marginaron durante millones de años solo por que no encajaban en su idea de un mundo perfecto; ahora es el momento de pensar, de liberar sus mentes y aceptar el duro golpe de que todas sus verdades son falsas, de que sus cuerpos no son mas que débiles cascarones hechos para alimentarse de la luz del sol y que en realidad el mundo se creo para vivir en penumbras.
Durante años vivimos mezclándonos entre los humanos y entre aquellos que habían olvidado, aquellos que solo tenían parte de la verdad oculta muy dentro de su ser y vivían encerrados dentro del ciclo eterno, los “durmientes” ; los que pudieron percatarse de nuestra existencia muchas veces se negaron a creer en nosotros, siendo así nos transformaron en una fantasía, un mito, seres de la noche que se alimentan con sangre y que no se pueden exponer a la luz del sol “vampiros” así es como nos conocen y así es como hemos vivido durante todo este tiempo, hasta ahora que la decadencia a alcanzado a la humanidad en el pináculo de su cultura, en un mundo en ruinas encontramos nuestra oportunidad de recuperar lo que se nos arrebató, pero él aún sigue ahí en los cielos y sus ángeles de nueva cuenta han bajado a la tierra, y cuando nuestra raza quede por fin exterminada ellos la poblaran, ya que según sus predicciones así a sido escrito, nuestra única esperanza es reunir fuerzas para enfrentar por fin a los enviados de Dios, antes de que se cumpla el lapso final.
En un mundo demacrado donde ya no existen naciones ni gobernantes que controlen a las masas, la gente se mantiene unida en pequeñas ciudades, y donde el poder de la violencia falló lo espiritual cobró terreno, las ciudades que sobreviven son regidas por templos construidos durante el declive y cada ciudad lleva un nombre de proceder bíblico, nosotros, la mayoría, nos hallamos en la ciudad mas habitada, “Nahum”
Templo de Fátima, cerca de la media noche, ultima lectura del día.
Las gentes se reúnen a escuchar las palabras de los distintos oradores, que inducidos por la nieve roja, el maná moderno, recitan los pasajes que los predicadores trajeron en lo que ellos llamaron el futuro testamento, el eco de sus voces llena el lugar hasta que el sonido se pierde en su ultima palabra, los reflectores llenan de coloridas luces los vitrales que se encuentran en cada una de las paredes, imágenes mas grotescas que angelicales en cualquier aspecto se ven iluminadas en tonos azules, verdes, rojos, son capaces de helar la sangre de cualquiera, ellos no las notan, todo les llega de manera subliminal, pero curiosamente, la imagen de aquel hombre en la cruz no se puede ver por ningún lado, a veces creo que la han olvidado por completo, pienso que inclusive algunas cosas son improfanables para ellos; los predicadores, ángeles disfrazados de hombres, cuatro de ellos presiden las lecturas desde el pulpito sentados en sus tronos como rígidas estatuas de mármol, sus ojos reflejan una luz blanca que se hace mas intensa si los miras fijamente, es su verdadero ser escondido tras un traje de piel y carne; nosotros hacemos algo parecido, cambiamos nuestra forma para poder mezclarnos con los humanos, sin embargo, ellos pueden ver dentro de los seres y así nos descubren, es por eso que no nos arriesgamos a acercarnos al templo, pero teníamos que hacerlo; días antes la desaparición de uno de los jefes del consejo había causado un gran escandalo entre nuestra gente, nosotros, sus discípulos, no sabíamos donde se había dirigido, pero nuestra sorpresa fue aún mayor cuando lo encontramos en el templo de Fátima, informamos al consejo pero ellos se negaron a una operación de rescate, así que no tuvimos mas opción que ir por él nosotros mismos.
Esa noche se había juntado un pequeño grupo que salio sin autorización de “Caín” la ciudad subterránea donde habitamos, el lugar donde nos escondemos de la constante vigilancia de los predicadores. Durante todo el día se realizan cuatro lecturas en el templo de Fátima, al principio de cada lectura se reparte entre los asistentes la nieve roja, según ellos esta expande la mente y les permite comprender mejor el mensaje divino, el polvo rojizo se inhala por la nariz pero nunca va a parar en el organismo, la verdad es que produce un efecto similar al de una planta que recibe bióxido de carbono y lo devuelve como oxigeno, esta cosa toma la esencia del alma del ser humano y la extra en su aliento, en cada respiración, hasta dejarlos vacíos, los predicadores la toman, la ocupan en algo, pero aún no sabemos en que.
Yo esperaba a las afueras del templo, la ciudad estaba especialmente agitada, la lluvia y el frío hacían predecir el fin de otro año, en realidad ya nadie llevaba la cuenta, el panorama era el de siempre, la devastación se podía ver hacia donde quiera que mirara, una sociedad construida sobre los escombros de un mundo muerto, gente tratando de continuar sus vidas lo mas cómodamente posible, pero ya nadie trataba de restablecer las cosas, los predicadores lo habían prohibido decían que vivir en esas condiciones era parte de la penitencia del hombre para poder ganar el perdón divino y encontrar la paz; en realidad, paz era lo ultimo que se podía ver en Nahum, los lamentos que en el silencio ya nadie escucha, esporádicas luces que se mezclan con la oscuridad provenientes de los pocos lugares que aún tienen electricidad y que esconden diversas atrocidades y el ruido de los motores que rugen entre las calles desiertas salidos de automóviles viejos que patrullan la ciudad en busca de nosotros por ordenes de los predicadores, todo esto hace de Nahum un lugar que sin mucho movimiento siempre esta alerta; los edificios derrumbados albergan en las sombras a aquellos que no son creyentes, de poco nos sirven a nosotros, la mayoría pertenece a un culto formado poco después de que los predicadores tomaran el control, veneran a la muerte, buscan su gratitud, su favor, así que matan a cuantos pueden, ritos de sangre llenan las calles abandonadas; a los predicadores no les importan, los actos de locura de este pequeño grupo les sirven para mantener en pánico a la gente, que día con día se reúne en los distintos templos esperando la salvación prometida por los iluminados enviados de Dios.
Algunas de las gentes que pasaban cerca de mi me miraban con desconfianza, el temor se reflejaba en sus ojos, algo en la nieve roja los vuelve mas perceptivos a nuestra presencia, eso aunado al mito de los vampiros, que crecía con nuestra actividad en aumento, hacía que esa gente estuviera la mayor parte del tiempo paranoica, pero estaban lejos de conocer la verdad.
Los dos mas jóvenes que habían salido con nosotros se encontraban en el templo y eso no era precisamente lo mejor, pero cualquiera de los que aguardábamos afuera a la vista de los predicadores habríamos sido como un faro de luz en medio de la obscuridad, el plan era sencillo, causaríamos una distracción lo suficientemente grande para atraer a los predicadores y los jóvenes adentro sacarían de ahí a Quirón, nuestro maestro, yo los ayudaría en cuanto los predicadores salieran a buscarnos, si corríamos con suerte todos saldrían y la misión seria una tarea relativamente fácil, pero desde que tengo uso de memoria, nunca e tenido suerte y esa noche no fue la excepción; causar la distracción fue algo fácil, solo tuvimos que adoptar nuestras formas naturales, deshacernos del hedor a humano de nuestras pieles y adquirir el de azufre que viene junto con la transformación; no todos podemos cambiar completamente y hay algunos que nunca han adquirido forma humana, físicamente no somos en lo mas mínimo similares a los humanos, nuestros cuerpos mas largos y delgados son casi traslucidos y nuestros ojos completamente negros, no hay necesidad de color cuando se vive en las penumbras, nuestros brazos arrastran en el piso y están provistos de dedos largos y rápidos al igual que nuestros pies, somos ágiles rápidos por naturaleza, con ojos penetrantes, olfato agudo y oídos que a necesidad son tres veces mas sensibles que los de los humanos, con nuestra transformación completa los predicadores vendrían por nosotros, pero las luces del templo se apagaron antes de tiempo y solo dos de cuatro estuvieron afuera después de que un estallido volara las ventanas del lugar, la gente salía gritando y nosotros nos encontramos corriendo a varias calles momentos después, la explosión atraería mas guardianes, ya no nos quedaba tiempo, tuve que separarme de los tres compañeros que huían junto conmigo, escabullirme y regresar al templo, el humo del incendio llenaba todo el lugar y mientras me acercaba sentí como una mano me tomaba por el brazo – ¡marchémonos! – era la voz de Lilith, Andras corría tras de ella ya también en su forma real, la sostuve y junto con ella un cuerpo que traía arrastrando, la joven no tenia mucho tiempo de estar con nosotros e ignoraba como transmutar su cuerpo a lo que era su forma original, corrí hasta cansarme antes de voltear a verlos, llegamos a un edificio donde se encuentra uno de los pasadizos que llevan a Caín donde se supone nos veríamos, los demás no estaban ahí, Andras se encontraba herido y yo cargaba a cuestas a un completo desconocido con sangre en el cuello, señal inequívoca de que había sido mordido.
Saludos
Doom Biohazard
(J.P.G.B.)
Jehová es un Dios que exige devoción exclusiva y se venga; Jehová se venga y está dispuesto a la furia. Jehová se venga contra sus adversarios, y está resentido para con sus enemigos.
Nahum 1:2
I
La Noche de Fátima
La Noche de Fátima
En el principio de los días no existía vida alguna, solo los volcanes que llenaban con ríos de lava el planeta y el humo que se propaga en vez del aire manteniendo todo dentro de una obscuridad total, así que Dios creó el sol y con él llegó la luz y la vida y nadie conoció tal obscuridad.
Así quedó asentado en los libros de los sabios y el hombre ocupó su lugar en la luz durante el tiempo que estaba establecido, pero ¿que pasaría, si yo les dijera que no todo es cierto y que antes de que él estableciera su orden propio, nosotros estábamos ahí? criaturas de lo oscuro, seres de fuego y cenizas a los que sus ángeles vengadores exterminaron y marginaron durante millones de años solo por que no encajaban en su idea de un mundo perfecto; ahora es el momento de pensar, de liberar sus mentes y aceptar el duro golpe de que todas sus verdades son falsas, de que sus cuerpos no son mas que débiles cascarones hechos para alimentarse de la luz del sol y que en realidad el mundo se creo para vivir en penumbras.
Durante años vivimos mezclándonos entre los humanos y entre aquellos que habían olvidado, aquellos que solo tenían parte de la verdad oculta muy dentro de su ser y vivían encerrados dentro del ciclo eterno, los “durmientes” ; los que pudieron percatarse de nuestra existencia muchas veces se negaron a creer en nosotros, siendo así nos transformaron en una fantasía, un mito, seres de la noche que se alimentan con sangre y que no se pueden exponer a la luz del sol “vampiros” así es como nos conocen y así es como hemos vivido durante todo este tiempo, hasta ahora que la decadencia a alcanzado a la humanidad en el pináculo de su cultura, en un mundo en ruinas encontramos nuestra oportunidad de recuperar lo que se nos arrebató, pero él aún sigue ahí en los cielos y sus ángeles de nueva cuenta han bajado a la tierra, y cuando nuestra raza quede por fin exterminada ellos la poblaran, ya que según sus predicciones así a sido escrito, nuestra única esperanza es reunir fuerzas para enfrentar por fin a los enviados de Dios, antes de que se cumpla el lapso final.
En un mundo demacrado donde ya no existen naciones ni gobernantes que controlen a las masas, la gente se mantiene unida en pequeñas ciudades, y donde el poder de la violencia falló lo espiritual cobró terreno, las ciudades que sobreviven son regidas por templos construidos durante el declive y cada ciudad lleva un nombre de proceder bíblico, nosotros, la mayoría, nos hallamos en la ciudad mas habitada, “Nahum”
Templo de Fátima, cerca de la media noche, ultima lectura del día.
Las gentes se reúnen a escuchar las palabras de los distintos oradores, que inducidos por la nieve roja, el maná moderno, recitan los pasajes que los predicadores trajeron en lo que ellos llamaron el futuro testamento, el eco de sus voces llena el lugar hasta que el sonido se pierde en su ultima palabra, los reflectores llenan de coloridas luces los vitrales que se encuentran en cada una de las paredes, imágenes mas grotescas que angelicales en cualquier aspecto se ven iluminadas en tonos azules, verdes, rojos, son capaces de helar la sangre de cualquiera, ellos no las notan, todo les llega de manera subliminal, pero curiosamente, la imagen de aquel hombre en la cruz no se puede ver por ningún lado, a veces creo que la han olvidado por completo, pienso que inclusive algunas cosas son improfanables para ellos; los predicadores, ángeles disfrazados de hombres, cuatro de ellos presiden las lecturas desde el pulpito sentados en sus tronos como rígidas estatuas de mármol, sus ojos reflejan una luz blanca que se hace mas intensa si los miras fijamente, es su verdadero ser escondido tras un traje de piel y carne; nosotros hacemos algo parecido, cambiamos nuestra forma para poder mezclarnos con los humanos, sin embargo, ellos pueden ver dentro de los seres y así nos descubren, es por eso que no nos arriesgamos a acercarnos al templo, pero teníamos que hacerlo; días antes la desaparición de uno de los jefes del consejo había causado un gran escandalo entre nuestra gente, nosotros, sus discípulos, no sabíamos donde se había dirigido, pero nuestra sorpresa fue aún mayor cuando lo encontramos en el templo de Fátima, informamos al consejo pero ellos se negaron a una operación de rescate, así que no tuvimos mas opción que ir por él nosotros mismos.
Esa noche se había juntado un pequeño grupo que salio sin autorización de “Caín” la ciudad subterránea donde habitamos, el lugar donde nos escondemos de la constante vigilancia de los predicadores. Durante todo el día se realizan cuatro lecturas en el templo de Fátima, al principio de cada lectura se reparte entre los asistentes la nieve roja, según ellos esta expande la mente y les permite comprender mejor el mensaje divino, el polvo rojizo se inhala por la nariz pero nunca va a parar en el organismo, la verdad es que produce un efecto similar al de una planta que recibe bióxido de carbono y lo devuelve como oxigeno, esta cosa toma la esencia del alma del ser humano y la extra en su aliento, en cada respiración, hasta dejarlos vacíos, los predicadores la toman, la ocupan en algo, pero aún no sabemos en que.
Yo esperaba a las afueras del templo, la ciudad estaba especialmente agitada, la lluvia y el frío hacían predecir el fin de otro año, en realidad ya nadie llevaba la cuenta, el panorama era el de siempre, la devastación se podía ver hacia donde quiera que mirara, una sociedad construida sobre los escombros de un mundo muerto, gente tratando de continuar sus vidas lo mas cómodamente posible, pero ya nadie trataba de restablecer las cosas, los predicadores lo habían prohibido decían que vivir en esas condiciones era parte de la penitencia del hombre para poder ganar el perdón divino y encontrar la paz; en realidad, paz era lo ultimo que se podía ver en Nahum, los lamentos que en el silencio ya nadie escucha, esporádicas luces que se mezclan con la oscuridad provenientes de los pocos lugares que aún tienen electricidad y que esconden diversas atrocidades y el ruido de los motores que rugen entre las calles desiertas salidos de automóviles viejos que patrullan la ciudad en busca de nosotros por ordenes de los predicadores, todo esto hace de Nahum un lugar que sin mucho movimiento siempre esta alerta; los edificios derrumbados albergan en las sombras a aquellos que no son creyentes, de poco nos sirven a nosotros, la mayoría pertenece a un culto formado poco después de que los predicadores tomaran el control, veneran a la muerte, buscan su gratitud, su favor, así que matan a cuantos pueden, ritos de sangre llenan las calles abandonadas; a los predicadores no les importan, los actos de locura de este pequeño grupo les sirven para mantener en pánico a la gente, que día con día se reúne en los distintos templos esperando la salvación prometida por los iluminados enviados de Dios.
Algunas de las gentes que pasaban cerca de mi me miraban con desconfianza, el temor se reflejaba en sus ojos, algo en la nieve roja los vuelve mas perceptivos a nuestra presencia, eso aunado al mito de los vampiros, que crecía con nuestra actividad en aumento, hacía que esa gente estuviera la mayor parte del tiempo paranoica, pero estaban lejos de conocer la verdad.
Los dos mas jóvenes que habían salido con nosotros se encontraban en el templo y eso no era precisamente lo mejor, pero cualquiera de los que aguardábamos afuera a la vista de los predicadores habríamos sido como un faro de luz en medio de la obscuridad, el plan era sencillo, causaríamos una distracción lo suficientemente grande para atraer a los predicadores y los jóvenes adentro sacarían de ahí a Quirón, nuestro maestro, yo los ayudaría en cuanto los predicadores salieran a buscarnos, si corríamos con suerte todos saldrían y la misión seria una tarea relativamente fácil, pero desde que tengo uso de memoria, nunca e tenido suerte y esa noche no fue la excepción; causar la distracción fue algo fácil, solo tuvimos que adoptar nuestras formas naturales, deshacernos del hedor a humano de nuestras pieles y adquirir el de azufre que viene junto con la transformación; no todos podemos cambiar completamente y hay algunos que nunca han adquirido forma humana, físicamente no somos en lo mas mínimo similares a los humanos, nuestros cuerpos mas largos y delgados son casi traslucidos y nuestros ojos completamente negros, no hay necesidad de color cuando se vive en las penumbras, nuestros brazos arrastran en el piso y están provistos de dedos largos y rápidos al igual que nuestros pies, somos ágiles rápidos por naturaleza, con ojos penetrantes, olfato agudo y oídos que a necesidad son tres veces mas sensibles que los de los humanos, con nuestra transformación completa los predicadores vendrían por nosotros, pero las luces del templo se apagaron antes de tiempo y solo dos de cuatro estuvieron afuera después de que un estallido volara las ventanas del lugar, la gente salía gritando y nosotros nos encontramos corriendo a varias calles momentos después, la explosión atraería mas guardianes, ya no nos quedaba tiempo, tuve que separarme de los tres compañeros que huían junto conmigo, escabullirme y regresar al templo, el humo del incendio llenaba todo el lugar y mientras me acercaba sentí como una mano me tomaba por el brazo – ¡marchémonos! – era la voz de Lilith, Andras corría tras de ella ya también en su forma real, la sostuve y junto con ella un cuerpo que traía arrastrando, la joven no tenia mucho tiempo de estar con nosotros e ignoraba como transmutar su cuerpo a lo que era su forma original, corrí hasta cansarme antes de voltear a verlos, llegamos a un edificio donde se encuentra uno de los pasadizos que llevan a Caín donde se supone nos veríamos, los demás no estaban ahí, Andras se encontraba herido y yo cargaba a cuestas a un completo desconocido con sangre en el cuello, señal inequívoca de que había sido mordido.
Última edición por Kumahashi el 23/9/2011, 6:14 pm, editado 1 vez